Capacidades democráticas para el manejo de áreas naturales protegidas en el Perú
Compartimos el artículo Capacidades democráticas para la gobernanza de las Áreas Naturales Protegidas. El caso de la Reserva Natural de Salinas y Aguada Blanca (2015 – 2017), de Maritza Mayo D’Arrigo, consultora en desarrollo urbano y territorial. En él se resume su trabajo de tesis de Maestría de Gerencia Social en la Pontificia Universidad Católica del Perú, y que se refiere a las capacidades democráticas para el manejo de áreas naturales protegidas (ANP) en el Perú.
El documento reseña los avances normativos y metodológicos para hacer de la gestión participativa de las ANP una realidad; presenta de manera sintética el mapa de actores y el radar de la participación como herramientas complementarias para el análisis del nivel de desarrollo de los indicadores de capacidades de manejo de un área natural protegida; y finalmente comparte los principales hallazgos de su investigación sobre las capacidades democráticas de la Comisión Ejecutiva de La Reserva Salinas y Aguada Blanca, para el período 2015 – 2017.
El artículo señala como capacidades democráticas con mayor grado de desarrollo y valoración, el saber dialogar, visto como la voluntad para escuchar «al otro», aunque -reconoce- ello no siempre va acompañado de una «comunicación» efectiva, en tanto entendimiento cabal de lo que se comparte como idea. Al lado de ésta fortaleza, se hace referencia a la solución de conflictos, el manejo de la interculturalidad, la comunicación en la misma lengua que el de las comunidades involucradas, el análisis del entorno y capacidad de incidencia (visto como la presencia de esta unidad territorial en los instrumentos de planificación regional) y la participación ampliada de los integrantes en la toma de decisiones.
Como debilidades se alude a la capacidad lectora (entender los contenidos de los documentos en tanto objetos de gestión) principalmente de los representantes de las comunidades campesinas, lo cual incide directamente en la calidad de diálogo, de la participación en los acuerdos que se adoptan y la exigencia de su implementación. Otras debilidades tienen que ver con el limitado flujo de información (especialmente de arriba a abajo) y las claras dificultades para cumplir con los acuerdos y compromisos establecidos.
Menciona además, la «necesidad de reforzar al equipo del Servicio Nacional de Áreas Nacionales Protegidas (SERNANP) para que se comprenda la importancia de este modelo [participativo] de gestión, ya que algunos funcionarios tienen aún reparos o dificultades en impulsarlo». Entre estos reparos se mencionan la percepción de la participación como un asunto que demanda «más tiempo y financiamiento para el traslado de los participantes [de] las comunidades», es decir, sobrecostos de gestión. Pero lo más grave es la resistencia a «reconocer y comprender que la participación es un derecho» de las comunidades y asegurarla es un deber de las autoridades de los funcionarios del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
El artículo ha sido publicado en la revista Kawsaypacha, del Instituto de Ciencias de la Naturaleza, Territorio de Energías Renovables, INTE (N° 3, 2019), de la Pontificia Universidad Católica del Perú (Revista Kawsaypacha), y resume la experiencia de trabajo de Maritza Mayo en áreas naturales protegidas en los últimos 16 años.
Esperamos que sea de utilidad para el trabajo cotidiano que realizamos en este campo de la promoción del desarrollo.
WMP 14/08/2019