SER: jornada de diseño de estudio de línea de base de proyecto con PpM
Entre los días 11 al 15 de febrero del presente año, el equipo de la Asociación Servicios Educativos Rurales (SER), realizó una jornada interna de coordinación y lanzamiento del proyecto “Empoderando a las mujeres indígenas en el ejercicio de los derechos a la tierra” (2019-2023), cuyo objetivo es la “contribución a una mayor igualdad de género en el acceso a la tierra”, y que cuenta con el apoyo de Pan para el Mundo.
El proyecto propone que las mujeres de 40 comunidades campesinas de Huamanga y Vilcashuamán (Ayacucho) y El Collao y Puno (Puno), ejerzan el pleno derecho al acceso a la tierra y el territorio de sus comunidades, en calidad de comuneras calificadas, lo cual supone cambios en la norma comunitaria (Estatutos), pero también de las prácticas de representación social en las instancias de gobierno y decisión. Así mismo, exige que organizaciones de mujeres de escala regional y nacional, logren modificaciones favorables en las normas estatales que regulan dichos derechos.
La problemática
En la actualidad las mujeres comuneras asumen roles importante en los procesos de producción agropecuaria y la comercialización, el cuidado de las parcelas, la gestión del agua, y el mantenimiento de los recursos naturales. Sin embargo, la importancia de estos roles no se ve traducida en su participación en instancias y mecanismos de toma de decisiones (integrar juntas directivas comunales, derecho a voz y voto en las asambleas comunitarias, inscripción plena en los padrones comunales, tenencia de la tierra) en igualdad de condiciones frente al comunero varón.
En las comunidades subsisten dos sistemas de tenencia de la tierra: la propiedad comunal y la posesión individual; es decir, el título de propiedad está a nombre de la comunidad, pero al interior de ésta existe la cesión en uso de las parcelas, que es definida por la organización comunal y sus normas internas.
La Asamblea Comunal es la instancia donde se toman decisiones sobre el uso y acceso de las tierras y recursos naturales; para participar en esta instancia se debe tener la categoría de comunero calificado, condición que es formalizada a través del registro el en Padrón Comunal, en tanto titular de la parcela. Actualmente en la mayoría de comunidades campesinas las mujeres son excluidas de esta condición.
Los Estatutos de la comunidad –en consonancia con lo establecido en el Reglamento de la Ley de Comunidades Campesinas- definen una serie de derechos sobre la tierra y los recursos comunales (por tanto, garantías de subsistencia y productividad en el ámbito comunal). En especial establecen la condición de comunero calificado; la determinación del régimen de uso de sus tierras (comunal, familiar o mixta), así como la extinción de la posesión familiar; el derecho al uso de los bienes y servicios de la comunidad; la participación en cargos de representación y en asambleas comunales; entre los más relevantes.
El estudio de línea de base del proyecto
Una de las primeras actividades del proyecto es realizar el estudio de línea de base. A partir de éste, se podrán establecer los valores actuales de los indicadores de efectos que son parte del proyecto, hacer los ajustes de sus alcances para el próximo quinquenio, y definir preliminarmente el esquema de monitoreo y la evaluación correspondientes.
Además, permitirá establecer mayor grado de certeza de las hipótesis que sustentan la propuesta de intervención, abonando en el afinamiento de las estrategias que se tienen previsto para el trabajo de reforzamiento de capacidades con mujeres y líderes comunitarios; modificatoria de base normativa comunitaria y estatal; acciones de incidencia política en organismos públicos con competencia normativa; entre los más importantes.
La jornada dedicó tres días de intenso trabajo para el diseño metodológico del estudio de línea de base; proceso que sirvió para consolidar un entendimiento común de la propuesta (enfoque y estrategia) por parte de los equipos operativos de Ayacucho y Puno, así como afianzar las relaciones de pertenencia e identidad con la organización encargada de ejecutar el proyecto.
Avanzamos en la definición de conceptos claves, diseño de herramientas de levantamiento de datos y la elaboración de un plan de trabajo de campo. Queda pendiente salir a cumplir con las tareas respectivas, para ingresar luego a la fase de procesamiento, interpretación y elaboración del informe.
Se tiene previsto que para junio del presente año, se tenga una segunda jornada de socialización de la información, así como de discusión y toma de decisiones institucionales respecto a los hallazgos que nos ofrezca el estudio.
Para nosotros, en calidad de Instancia de Facilitación, Asesoría y Aprendizaje de Pan Para el Mundo, fue una experiencia grata y una oportunidad de aprendizaje sobre esta problemática que -tal como lo enuncia el equipo de la Asociación SER- es parte de las brechas de género en el derecho al acceso a la tierra y el territorio en el Perú.
Walter Melgar Paz
26.02.2019
Fotos de Luis Enrique Becerra Velarde